lunes, 24 de diciembre de 2007

The Dickens Inn

St. Katharines Way, Wapping, London, E1W 1LD

La frontera de la City londinense queda delimitada en el este por unos cuantos de mis sitios favoritos de la ciudad: (de norte a sur) el edificio Lloyd’s (que además es el centro neurálgico del principal centro de negocios mundial relacionado con los seguros), Leadenhall Market, la Tower of London y Tower Bridge y, justo en frente, St Katharine Docks… que es donde se ubica el pub en cuestión.

St Katharine fue mi primer gran descubrimiento en Londres, más allá de lo típico de las guías: un sitio del que no esperaba nada en absoluto (de hecho pasé por allí por casualidad), sobre el que no había leído nada antes en ningún sitio y que resultó ser una gratísima sorpresa. Un poquito de historia: construido a comienzos del siglo XIX, fue durante mucho tiempo uno de los principales (si no el principal) puerto de mercancías de Londres, si bien tras la reestructuración de la ciudad y los daños que sufrió en la Segunda Guerra Mundial en la actualidad es un pequeño distrito residencial en el que, 100% seguro, a nadie le importaría vivir… especialmente en The Ivory House, donde quedan pisos a la venta que, muy mucho me temo, no nos podemos permitir ninguno de los que nos arrejuntamos por aquí (a partir del millón de libras): una lástima.

Vivir aquí?? Ojalá...

Lo cierto es que en los últimos años St Katharine ha ido adquiriendo un toque algo más turístico de lo que había sido siendo lo tradicional, y eso ha derivado en la apertura de bastantes sitios para “guiris”, donde en este caso los guiris somos nosotros (bueno, en el fondo eso va radicalmente en contra de lo que yo siempre he venido sosteniendo: que un guiri es rubio, sonrosadito y habla con acento raro, y que de acuerdo con esa definición nunca podremos ser guiris). El caso es que hay un “maravilloso” starbucks, un sitio para hacer cenas medievales horteras, bastantes tiendas de ropa, jotyas, etc… y, cómo no, The Dickens Inn.

No nos llevemos a engaño: el Dickens está en consonancia con la zona en la que está y, como tal, es un sitio para turistas. No tiene una gran historia (apenas 25 añitos, antes era una pequeña brewery de la que recuperaron buena parte del edificio, y antes aún un almacén de especias, del que por lo visto no queda más que el recuerdo) a pesar de que parezca muy antiguo, y por tanto no se puede decir ni que hayan pasado personajes históricos por allí, ni que aparece en tal libro, ni nada por el estilo (ni que decir tiene que Dickens no era uno de su contertulios habituales). Para redondear la jugada, los precios son bastante caros… entonces, con todos los sitios que hay en Londres… ¿por qué esta entrada en pintofcarlingplease?

Pues porque es muy bonito. Y santas pascuas. Desde fuera, cuando está lleno de flores y jardineras y el sol brilla, es, sin lugar a dudas, el pub más bonito que yo he visto en Londres (y por extensión, el más bonito que yo he visto). Y por dentro no está nada mal: todo en madera envejecida, con unos sofás chulísimos, y además es muy muy grande. Tiene tres plantas: la del pub propiamente dicha, que es la de abajo (The tavern bar) y la que en el fondo nos preocupa. Además tiene el Pizza Restaurant, en la primera planta, el Dickens Restaurant, en la segunda, y una zona vip, también en la segunda, para organizar reuniones de empresa y tal. En el pub, en la primera planta, se puede comer también, pero lo cierto es que la comida es infame, sobre todo si tenemos en cuenta lo que cuesta, así que nada de ponerlo en nuestra ruta gastronómica personal. En cualquier caso, el menú aquí.

Respecto a las cervezas, tienen de todo un poco, las típicas de por allí (Carling, Guinness, etc.etc.etc.) y algunas real ales. Recomendaciones: quedarse a mitad de camino entre las dos opciones y tirar de London Pride (4.4º), que nunca falla (hablaré largo y tendido de este elixir de los Dioses del Olimpo cuando hable de algún pub de Fuller’s, estén ustedes atentos), o probar una buena pinta de Bombardier (4.3º), ligeramente más amarga pero en la misma línea. Eso sí, hay que estar dispuesto a pagar más de 3 libras por cada pinta (lo normal en London Pride es 2.20), por lo que se trata de un sitio para parar, tomarse una, hacer las fotos de rigor y largarse a otro lado a emborracharse… ahora, eso sí: las vistas de los Docks desde dentro, si encontramos una de esas ventanas en forma de ojo de buey gigante... impagables:


Por último, tengo entendido que por las noches se reconvierte en un sitio de fiesta con tropocientas mujeres con ganas de vicio… una leyenda urbana, seguro ;)

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