sábado, 5 de enero de 2008

Wetherspoon: llegan a Londres los chiquiprecios!

Una de las cosas que más me gustó la primera vez que estuve en Inglaterra fuera de Londres, en Hastings (al sur, donde tuvo lugar la famosa batalla en 1066), hace ya siete añitos largos, fue el centro de los pueblos o ciudades pequeñas. Con sus iglesias, a cual más chula, sus calles peatonales, su marabunta de gente de compras, sus pubs… sin embargo, cuando uno visita varias ciudades de este tipo, hay algo que le llama la atención: todos, y digo absolutamente todos, los “town centre” son prácticamente idénticos. Aparte de por el nombre de las calles (Broad Street, High Street, Market Street, Friar Street, Oxford Street… probad a mirar cualquier mapa y veréis que siempre están juntas, en el centro), esto se debe fundamentalmente a la profusión de cadenas de tiendas que son siempre las mismas en todo el Reino Unido. Esto, que desgraciadamente está empezando también a suceder en España, es seguramente lo que menos me gusta de aquel país. Starbucks, Woolworths, Costa Café, Next, Zara, House of Frasier, Tesco, Subway, Eat, Pret a manger… exactamente las mismas en todos los sitios. Igual aplica a los sitios para salir de copas, prácticamente todos pertenecen a alguna cadena (posiblemente pintofcarlingplease se sumerja pronto también en el mundo del clubbing, pero eso es otra historia…): Po na na, Revolutions, Bar Risa, Pitcher&Piano, Ice Club, Bar Med, Fez, etc etc etc.










En lo que refiere a los pubs, y aunque no de forma tan exagerada, lo cierto es que en los últimos veinte años han empezado también a proliferar las cadenas de pubs, con las ventajas y, obvias, desventajas que esto conlleva. Independientemente de que analice algún día alguno de sus pubs en concreto, la primera entrada a este respecto la quiero dedicar a la cadena de las cadenas: Wetherspoons.

Dependiendo de a quién le preguntes, un J.D. Wetherspoons (JDW) puede ser visto como el Paraíso o como el Infierno. Los creadores de la cadena de 683 pubs en UK tenían como objetivo crear locales que fuesen muy baratos (JDW compite en precios, sin lugar a dudas) pero que sin embargo fuesen agradables y bonitos. De hecho, los JDW tratan de ajustarse lo mejor posible a lo que planteó George Orwell (sí, el de 1984) en un artículo en el Evening Standard en 1946 llamado The moon under water, en el que describía cómo debía de ser, según él, un pub perfecto. Se puede resumir en 10 tips:

1. The pub's architecture and fittings must be uncompromisingly Victorian.

2. Games, such as darts, are only played in the public part of the bar; the saloon bar, ladies' bar, bottle-and-jug bar, and upstairs dining room.


3. The pub is quiet enough to talk, with the house possessing neither a radio nor a piano.


4. The barmaids know the customers by name and take an interest in everyone.


5. It sells tobacco and cigarettes, aspirins and stamps, and lets you use the phone.


6. There is a snack counter where you can get liver-sausage sandwiches, mussels (a specialty of the house), cheese, pickles and [...] large biscuits with caraway seeds.


7. Upstairs, six days a week, you can get a good, solid lunch -- for example, a cut off the joint, two vegetables and boiled jam roll -- for about three shillings.


8. [...] draught stout with it [...] It is a creamy sort of stout, and it goes better in a pewter pot.


9. They are particular about their drinking vessels at "The Moon Under Water" and never, for example, make the mistake of serving a pint of beer in a handleless glass. Apart from glass and pewter mugs, they have some of those pleasant strawberry-pink china ones.


10. [...] You go through a narrow passage leading out of the saloon, and find yourself in a fairly large garden.

Así, los JDW no tienen música (más que para hacerlos más cómodos, para ahorrarse las licencias), suelen ser silenciosos (siempre y cuando no vayas un fin de semana por la noche) y sirven comidas (aunque de mala calidad). Otros de los puntos de Orwell, como que los barman conozcan los nombres de los clientes o que vendan tabaco y aspirinas son evidentemente ciencia ficción, pero sí que es cierto que algunos se caracterizan por su arquitectura victoriana, como el Back of Beyond... ;D

Bien, todo esto es la teoría, y suena bastante bien. ¿En la práctica? Bueno, cada JDW es un mundo, pero sí que hay una serie de aspectos que me llaman la atención.

En primer lugar, los precios. Salvando alguna otra cadena como Scream con tarjeta de socio, efectivamente tienen los mejores precios, y, de hecho, algunas ofertas (como la Guinness de los lunes) suelen ser espectaculares, tanto en bebidas como en comidas. Sin embargo, hay que establecer una diferencia fundamental entre ambos: mientras que las cervezas están siempre en perfecto estado, la calidad de la comida deja muy mucho que desear. Claro, que con ofertas como el beer&burguer por cinco libras, difícil es resistirse, por mala que esté la muy puñetera… en cualquier caso, y aunque depende del cocinero, recomiendo la lasaña, que es lo más digerible de todo lo que ofrecen en la carta.

Las cervezas es otro cantar. No es sólo que sean baratas, es que tienen una variedad encomiable: siempre un mínimo de doce grifos distintos, entre los que suelen tener cuatro o cinco ales de las conocidas (Abbots, Bombardier, Spitfire, etc.) y otras tres o cuatro real ales, esto es, cervezas locales de estas que se sirven con una bomba de presión, ya que van desprovistas de botella de anhídrido carbónico para hacer la espuma (un listado con algunas de las que podemos encontrar en esta cadena de pubs aquí). Estas últimas, como ya he dicho en alguna otra ocasión, tienen poco gas, son bastante tibias y las recomiendo sólo para el que ya le haya cogido el gusto a las bitter más estándar… en fin, que las cervezas, por su calidad, variedad y precio, son sin lugar a dudas el mejor motivo para meterse en un JDW. Aparte de la certificación "Cask Marque", que garantiza que las ale son servidas en las condiciones óptimas.

Aparte de la comida, otra cosa que no me gusta en absoluto de esta cadena es que, visto uno, vistos todos. Aunque no sean iguales, lo cierto es que prima un poco el efecto Mc Donald’s: da la impresión de que ya hemos estado allí antes… y eso es algo bastante deprimente, no sólo porque parece que estás siempre en el mismo pub, sino por que, de consolidarse el concepto, acabaría con la riqueza y variedad de los pubs, que es de las poquitas cosas realmente genuinas que les queda a ese país.


¿Otra cosa que no me gusta? La lentitud en servirte, ya sea porque hay pocos camareros, ya sea porque son muy lentos, ya sea (lo más habitual) por las dos cosas a la vez. Un fin de semana en el que tengamos la mala suerte de que les falle un camarero podemos tranquilamente estar media hora esperando para pedir… lo cual es lamentable, sobre todo si tenemos en cuenta que a un sitio tan barato se suele ir a beber.

¿Y otra cosa mala? Pues que como los precios son tan baratos, la parroquia que lo frecuenta suele ser variopinta y no especialmente recomendable: mucho viejo alcohólico, mucho “goblin”, bastante hooligan… lo mejorcito de cada casa.

Los JDW en los que he tenido la suerte (o no) de estar:

Back of Beyond (Reading) – muy recomendable, tranquilo
Monks Retreat (Reading) – medio, para salir de fiesta los fines de semana
The hope tap (Reading) – recomendable, mezcla de los dos anteriores
The Knights Templar (Londres) – horrible lo que han hecho con el edificio
The Moon Under the Water (Londres) – recomendable
The Lord Moon of the Mall (Lodres) – normalito
The Gate Clock (Londres - Greenwich) – la peor comida ever
Hunters Hall (Galashields, Escocia) - estándar

De ellos, el Back of Beyond es probablemente el mejor exponente que he conocido de la cadena, y el The Knights Templar, que está al ladito del Old Bank of England, muestra en qué puede llegar a convertirse…Y sin embargo… la de horas que me habré pasado en el Back of o en el Monks… porque no nos engañemos, el sitio es inmejorable para hacer la primera el viernes noche o el sábado noche: cheep booze&chicks (sí, los pivones que se suele encontrar uno en estos sitios, sobre todo fuera de Londres, suelen ser de aupa, y además sabes que si están allí es porque se quieren poner hasta las cejas de alcohol). Cerveza y copas ricas y baratas, es lo que ofrecen… que tampoco es ninguna tontería!!

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