¿Por qué conformarse con cuatro grifos, si puedes tener cuatrocientos? Bajo esa máxima, anualmente se celebran a lo largo del Reino Unido unos cuantos festivales de cerveza de lo más apetecibles... yo tuve la suerte de estar en uno de ellos, hace ya casi cuatro años, y ciertamente son una de esas cosas que todo fan de la cerveza debe hacer al menos una vez en la vida. Y, si es posible, en el de Reading.
Pero vayamos por partes. En primer lugar, este tipo de eventos, en el UK, los suele organizar CAMRA (Campaing for Real Ale). CAMRA es una asociación con más de 85.000 voluntarios (sí, están locos estos romanos) que se dedican a velar por la calidad de la cerveza, de los pubs y de los consumidores (de las dos anteriores). Surgió cuando algún chalao se dio cuenta que la proliferación de la Carling, la Foster's o la Guinness podrían acabar con la "gran riqueza cultural" (sic) que implicaba la cerveza tradicional en el UK. Y puede parecer una tontería, pero ahí siguen, dando guerra, controlando los niveles de calidad de las distintas ales y pubs y generando sellos de certificación y, en definitiva, haciéndonos un favorcillo a todos los amantes de la cebada tratada.
Y resulta que una de las mejores ideas que tuvieron para promocionar la cerveza inglesa fue la creación de festivales. Todos los años hay un megafestival en Londres, que suele durar cuatro días, y aparte de él las delegaciones locales de CAMRA en cada ciudad más o menos importante organizan el suyo propio. La asociación de Reading, que es la que aquí compete, suele organizarlo en mayo...
... y allí estaba yo entonces, sin tener ni puñetera idea de todo esto, pero dispuesto a disfrutar como un enano del festival. Sencillo de organizar, por otra parte: una mega carpa a lo oktoberfest, un montón de bancos para sentarse, servicios a tutiplen (lógico), y cuatrocientos o más distintos tipos de cerveza de barril para hacer las delicias del personal. Entrar cuesta algo así como 5 libras, y te da derecho a un vaso de pinta (te devuelvene 3 libras si lo dejas al final, pero no compensa, ya que es un recuerdo de lujo) y un folleto con todas las cervezas que tienen, y una breve descripción de cada una.
Lo primero que llama la atención es la disposición. No hay una barra única, en la que se pida, sino que toda la carpa está rodeada por un montón de stands en lo que lo único que hay es seis o siete barriles y una persona que atiende. Esa persona es el delegado de la brewery en cuestión, llámese Fullers, Youngs, o tantas otras. Tú vas para allá, pides media pinta (este es el único lugar del UK donde está bien visto pedir medias, ya que es la única forma de degustar una cantidad respetable), pagas (chicos, vuestro gozo en un pozo: no es barra libre, aunque los precios están bastante ajustados, entre 1.90 y 2.50 por pinta, la mitad por media), pruebas, le dices al de la brewery que está de puta madre (aunque sepa a ratas) y te vas a tu banquito con los amigotes a degustar y a comparar con la que ellos han pedido.
- Oh, sí, esta está riquisima.
- Esta aún mejor, sabe afrutada y con una pizca de no sé qué.
- Chicos, esta no la podéis dejar pasar. Aroma de caoba del güeno.
y así, un montón de tonterías y estupideces semejantes por parte de los cuatro o cinco españolitos de rigor que no teníamos, ni tendremos, ni puñetera idea de cervezas ni de cómo diferenciarlas. Pero eramos felices, eso sí...
¿Trucos? Los típicos del español: acercarte a un stand, poner cara de dubitativo, no sé si me gusta más esta o aquella... al final te invitarán a cuarto de pinta de dos o tres, ya que al final de lo que se trata es de promocionar su birra concreta. ¿Cutre? Bueno, el hambre agudiza el ingenio... Otro truco es ir el jueves (el festival va de jueves a domingo), ya que de muchas cervezas llevan sólo unos pocos tipos, y para el sábado suelen haber arrasado ya los vikingos, amén de que normalmente el jueves y el viernes hay mucha menos gente. Por otro lado, cuando yo estuve cerraba a las 11, pero no sé si con la creciente liberalización de horarios la cosa habrá mejorado... y, por último, destacar que las semanas de después al festival muchos pubs hacen "post-festivales", ofreciendo mucha más variedad de ale de lo que suelen hacer en circunstancias normales.
Desgraciadamente, perdí el vaso (me lo birló algún compañero de residencia). Recuerdo que probé unas cuantas stout y alguna porter, y que me supieron todas riquísimas. También recuerdo que la comida era bastante regulera. Y acabo de mirar, y este año en Reading el Festival coincide con el puente de Mayo. Los vuelos están ya por las nubes, pero... quién sabe?
Rallada antes de Semana Santa
Hace 14 años
4 comentarios:
paparrr!! paparrrr!!!
llevame al circorrr!!!
Diosss que envidia, coño!!
y yo entoavía sin probar una birra de esas marranas...como dices que se llaman?? carl...
ghello!
yo quiero ir a esto!! el jueves entre canción y canción de The Cure me cuentas!
bs
ira
Viaje del inserso a Reading ya!!!!!!
The Cure, oh Yeah!!! Y para los que le guste la caña burra, nada de Rock in Rio ni julandronadas de esas:
http://www.electric-weekend.com/
Getafe rules!!!
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