Cuando en la cabecera del blog me meto con las inglesas, evidentemente no trato de generalizar... para muestra de lo majas que son algunas, un botón. Me ha encantado este vídeo!!!
Rallada antes de Semana Santa
Hace 15 años
Blog written by a Spaniard (from Getafe) nostalgic about London who lived for a year very close to it, in Reading, and who decided in May08 to come again to the big city. This is a blog about pubs, about beer, about friends and party, and, mostly, about London. And about that motto I have been tried to master and I haven´t done it yet as they always ask me back when I pronounce it in a pub: 'Pint of Carling, please!!'
Así que, ubiquémonos. Sábado a eso de las 14:00 empieza la película en The Crown, un pub en el barrio/pueblo de Londres donde está el hotel en el que trabaja mi hermano: Elstree&Borehamwood, a mitad de camino entre King Cross y Luton. Un barrio razonablemente tranquilo, o por lo menos esa impresión me dio a mi. En el pub echamos un par de billares, nos tomamos un par de pintas (Youngs y Bombardier yo, y John Smith las dos mi hermano) y nos zampamos un par de hamburguesas. Todo muy simétrico, muy elegante, y muy bien de precio (salvo el billar, a 1.50). Una especie de Wetherspoon pero con billar, música, gente normal, y teles en las que estaba tronando el Inglaterra - Escocia de Rugby, con toda la gente atenta y mascullando según se escapaban sus opciones de victoria y la carrera de Wilkinson... la verdad, complicado empezar mucho mejor.
Dick's. Allí cayeron tres pintillas (Youngs especial 2, y una de John Smiths, y mi hermano dos y media de Leffe), con el chelsea marcando goles de fondo. La verdad es que el sitio estaba muy bien: muy antiguo, buen ambiente (algo hooligan, quizá, pero sin superar el umbral de lo "acogedor") y un único problema: el precio de las pintas... la primera ronda de young's especial + leffe fueron 7.10 pounds, lo cual es probablemente lo más caro que me han cobrado en un pub de Londres por dos pintas nunca (noches largas aparte).
De allí, y después de hablar con los colegazos de Reading, que tenían un fiestón preparado, a un All Bar One en Notting Hill. Esta cadena la conocía ya porque uno de sus exponentes es el único pub (o similar) que hay en el centro de Canary Wharf, al lado de Canada Square, así que cuando mi hermano curraba en el hotel de allí la verdad es que lo rondabamos bastantes. Jartos de zamburguesa, pedimos unas tapas que la verdad no estaban demasiado malas (teniendo en cuenta el lugar, la ciudad y el país), acompañadas por una Pride yo y una Moretti mi hermano. El precio, 25 libras, razonable (nos esperabamos un palo peor, y, la verdad, la opción era McMierda's). Aún así, los All Bar One no dejan de ser un sitio posh, ligeramente snob y con más cervezas de importación que inglesas... not a Pint of Carling friend, my dear!
Y de allí a Reading, donde se celebraba el cumpleaños de Nekane y Amaya, dos soletes ellas. Aunque buena parte del equipo estaba en Berlín de vacances, míticos como Ana, Gilbert o la propia Nekane estaban por allí, además de un montón de gente que no conocía pero que resultaron ser majetes de verdad (y, obviamente, fichajes de calidad para el 'coming home'). Paradas en Reading? El Hop Leaf, un pub tradicional que fabrica su propia cerveza... qué más ddecir: un grande que seguro tendrá entrada en el futuro en el blog. Lo malo que tiene es que los vodkas son demasiados baratos, así que fuí de los únicos fieles al cebada connection: una stout marca de la casa que, la verdad, sabía a ratas.
Los que hayáis estado en Reading ya sabéis lo que eso significa: cacheo en la puerta, ingleses que te empujan sin pedir perdón para atravesar el bar, 5 pounds la entrada más pinta, los hielos en las copas (baratas) te los echas tu si quieres de un cubo que hay en la barra, las pintas se compran en lata de medio y se echan en vasos de plástico, las sempiternas japonesas atendiendo y los cubos con bombones, y los chalaos en el pedestal flipando con la música. Ah, se me olvidaba: y el mejor ambiente y la mejor fiesta que se puede encontrar en Reading, sin lugar a dudas. Con musicazo, frikazos mil, la gente puesta pero sanamente (nosotros no, que somos embajadores de las pintas nada más), el 'football is coming home', blur y franz ferdinand como máximos exponentes, el sitio donde escuché por primera vez el Last nite de los Strokes... en fin. Un fiestón terrible, que además, en lugar de prolongarse hasta las 2, hora de cierre, duró un poquito más, 2.30... con lo que suponen esos 30 minutitos. Lo dimos todo, a base de Red Stripe (una cerveza jamaicana, ya ni me acuerdo de cuantas pintas cayeron), buena música y ganas de cachondeo.
Y después, pues la típica: la del único sitio que queda abierto. En aquel caso no nos dejaron entrar al purple, así que tocó Mango. 10 libras para entrar, un ambiente un poco dodgy, y música tecno a todo volumen. A esas horas poco importaba ya, la verdad, y lo cierto es que lo disfrutamos hasta eso de las 5 más que de sobra... no es un sitio para recomendar, pero por lo menos al día siguiente no tiene nadie que limpiar los restos del botellón!!!!
Toca hablar de cadenas de pubs otra vez... en concreto, de aquella a la que, con mucha diferencia, le tengo más cariño y mejores recuerdos me trae a la cabeza: Scream. O Pavlov's Dog, que es más bien como debiera llamarla... pero vallamos por partes, una vez más, como decía el bueno de Jack.
La cadena Scream surge en 1995, y coge el nombre del famoso cuadro de Edvard Munch (especialmente famoso, de hecho, por el robo del mismo en 2004 y su feliz recuperación en 2006). La filosofía de la misma es sencilla: montar una cadena de pubs para estudiantes en ciudades con universidad, lo cual implica la ecuación mágica:
"maneras de vivir". Así que fui raudo y veloz a la barra del Pavlovs aquel día, pedí la dichosa tarjetita, y lo demás son tardes y tardes y tardes de sábado en aquel pub, que además cerraba a las 12 en vez de a las 11 y en el que, además, por lo general te atendían bastante rápido. Y con mesa (mesas) de billar, y con unos sofás en la planta de arriba de lo más cómodo para beber o para hacer guarreridas españolas... algo así como el paraiso en la tierra, o en Reading, que viene a ser lo mismo.
¿Otros scream en los que haya estado? No recuerdo el nombre de uno que había cerca de Shadwell, al lado de la casa de mi hermano, en el East End, pero casi mejor, porque era bastante dodgy y la gente era muy rara. Mejor recuerdo guardo de The Tron, en Edimburgo, aunque, la verdad, manda huevos ir a Edimburgo y meterte en un Scream con la cantidad de pubs tradicionales que hay... pero eso es otra historia.